Caso de la vida real
Te inscribes a un evento de Networking y días previos al encuentro te pasan un listado de los asistentes, 180 empresarios, junto con un breve resumen de su negocio y datos personales.
180 posibles clientes, piensas. Pinta bien, ¿no?
A cada asistente le asignan un número, y los organizadores del evento recomiendan contactar por email a las personas con las que quieres hacer negocios.
“Pongo a su análisis, como ingeniero y gerente de proyectos.
Gerencia de proyectos.
Auditoría, interventoría.
Desarrollo de software.
Redes y comunicaciones”.
Gabriel Romero.
Ese es uno de los mensajes que te llegan al correo.
Aparte de lo mal redactado que pueda estar, lo que te molesta es el tono impersonal. No te ves reflejado para nada en esas líneas con cara de telegrama.
Llega el día del evento, pero resulta algo caótico: En medio de tanta gente no encuentras a las personas que habías contactado. Entonces le cuentas tu historia a las que se te cruzan por delante.
Alcanzas a tener 7 conversaciones que duran de 8 a 10 minutos, pero lo haces más por no quedar como un asocial que sostiene una copa de vino en la mano, en la esquina del salón.
Cómo hacer networking y no morir en el intento
Siempre te vas a encontrar con mensajes, como el de Gabriel, que no resuenan contigo , pero centrarse en que los otros tienen la culpa no te sirve de nada.
Más bien preocúpate en cómo contar tu historia lo mejor que puedas, para que atraigas a esas personas que te interesan.
Es natural que las personas anden prevenidas, pues el cerebro siempre está mirando cómo evitar cualquier peligro y busca la supervivencia a toda costa. Por eso tu discurso debería responder a las siguientes preguntas, entre otras.
- ¿Qué hago?
- ¿Quién soy?
- ¿De qué manera te puedo ayudar?
Las personas son escépticas, pues necesitan saber qué beneficio van a obtener con lo que sea que ofreces.
El email de Gabriel falla porque está centrado en él, en lo que sabe hacer y deja a su interlocutor por fuera. Recuerda que el héroe de la historia no debes ser tú sino quien te lee.
Para que Gabriel capte tu atención, debe contarte por qué es importante la Gerencia de proyectos, la auditoría o interventoría para tu negocio, y qué puede llegar a ocurrir si no implementas alguna de las soluciones que ofrece.
Bien lo dijo Eugene Schwartz en una de sus conferencias: “lo que debes buscar es que las personas piensen: “¡Dios mío”, ¿en serio corro tanto peligro?”. De ahí la importancia de comunicar desde el problema.
¿Qué opinas de los eventos de networking? Déjame un comentario para conocer tu opinión.
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