Todo tiene un origen, un punto de partida; algo desde donde todo comienza a tener sentido. ¿Qué es más importante?, ¿El todo o la parte? Está última pregunta encierra un dilema interesante. Las partes, en ocasiones por si solas, llegan a no tener ningún tipo de sentido. Por otro lado también ocurre que solo cuando las partes dan forma a un todo, es cuando tenemos una mejor visión y entendimiento del panorama general. Entonces el todo y la parte, se complementan el uno al otro y su importancia será relativa y se verá afectada por el punto de vista de cada persona.
A lo largo de la evolución de la raza humana, el hombre siempre ha sentido un deseo de comunicar y transmitir lo que piensa y siente, desde las pinturas de las cavernas, pasando por los libros, novelas, discursos hasta llegar a los medios digitales y por qué no la realidad virtual.
Es indudable que las palabras son importantes en y para la comunicación, pero por sí solas carecen de un significado más allá del propio, y no son el elemento primario (átomo) de la misma. Si nos fijamos bien, cuando estas se encuentran enmarcadas dentro de un contexto más amplio, conocido como historia, es cuando el lenguaje y la comunicación cobran todo su potencial.
Algunos dirán que el mundo es lo que es hoy en día gracias a la política, la cual aboga por brindar bienestar a los ciudadanos y que las personas vivan en armonía. Otros más románticos y sentimentales afirmarán que el amor, ese extraño sentimiento sobre el cual solo tenemos breves fogonazos de conocimiento, es lo que nos mantiene vivos, y lo que también nos permite ensalzar las alegrías y sobrellevar las penas.
Así podríamos mencionar a la economía, el capitalismo, socialismo, la religión, etc. En últimas, para situarnos en un contexto más actual, también podríamos llegar a citar a la innovación y la creatividad; disciplinas que buscan un mejor entendimiento y funcionamiento del mundo.
Cada quien entonces le apostará con fe, a veces ciega, a una ciencia, área de estudio, creencia o religión, para tratar de entender el mundo y la constante y creciente avalancha de información, que arremete contra nosotros a diario.
Pero si nos fijamos bien todas estas corrientes, han necesitado de las historias para comunicar su mensaje, y dependiendo de la forma en que estas hayan sido narradas; adquirieron cierta importancia y quedaron grabadas en la mente de las personas.
Necesitamos del Storytelling para comunicarnos de forma adecuada y generar el impacto deseado. Es por eso que considero que las historias son los átomos de la comunicación; aquel elemento primordial que nos mantiene unidos y nos permite conectarnos de forma profunda con los otros.
“Las historias sobre experiencias propias y las
De otras personas, son los componentes
Fundamentales de la memoria humana, conocimiento,
y la comunicación social…Cuando se trata de interactuar
A través del lenguaje, nuestro conocimiento esta contenido
en historias y mecanismos para construirlas o recuperarlas”
– Melanie C. Green –